Comercio Electrónico

¿Cómo saber si una idea de negocio es rentable?

Por Alejandro Gracia
¿Cómo saber si una idea de negocio es rentable?

Cuando vamos a lanzar un nuevo negocio no queremos perder nuestro tiempo y dinero en una idea que no es rentable. Sin embargo, es complejo saber si una empresa va a tener éxito antes de lanzarla al mercado.

Existen una serie de análisis sencillos que pueden ayudarnos a entender si la idea que estamos a punto de lanzar tiene viabilidad económica o va a ser difícil de ejecutar. Por eso, vamos a ver algunas técnicas que te permitirán calcular si tu idea de negocio es rentable o debes plantearte un cambio antes de lanzarla.


Pasos para saber si una idea de negocio es rentable

Para saber si un negocio es rentable necesitamos analizar a los clientes y el sector para entender si el producto va a tener buena acogida. Después tendremos que realizar una serie de estimaciones de ingresos y gastos que nos permitan aproximar el volumen de ventas que necesitaremos.

Por lo tanto, debemos realizar un análisis cualitativa del entorno y terminar con un análisis cuantitativo que probaremos en un MVP. Vamos a ver el proceso completo para que puedas lanzar tu negocio de forma rentable.

Resuelve una necesidad del mercado

Lo primero que tenemos qué tener claro es qué necesidad va a resolver el producto o servicio que vamos a ofrecer en el mercado. Resolver una necesidad del mercado es la mejor opción ya que nos permite conseguir las primeras ventas de forma rápida y facilita la generación de demanda.

Existen dos posibilidades cuando lanzamos una idea de negocio al mercado:

  1. El producto o servicio no existe en el mercado
  2. El producto o servicio existe en el mercado

En el caso 1, tenemos que tener en cuenta que no tenemos competencia directa ni tenemos referencias de éxito o fracaso para poder saber si realmente puede funcionar. Al mismo tiempo, no tener competencia directa es un punto muy a favor para que nuestra idea de negocio sea muy rentable ya que seremos referentes en el sector.

En el caso 2, tenemos competencia y es posible que se nos dificulte un poco más adentrarnos en el sector. Sin embargo, por contraposición con el caso 1, sí que tenemos información y referencias sobre lo que nos puede llevar al éxito o al fracaso.

Conoce a tu cliente

El público objetivo al que nos vamos a dirigir es clave para poder enfocar nuestros esfuerzos de manera organizada. Una de las técnicas más famosas para poder saber cuál es nuestro público objetivo es crear el buyer persona o cliente ideal.

A través de entrevistas, observación de la competencia, etc. podemos generar varios perfiles de cliente ideal. Esto nos permite elegir qué tipo de estrategias de publicidad debemos utilizar, valorar distintas técnicas de lanzamiento, establecer dónde estar presente físicamente (en caso de que exista lugar físico) y dónde estar presente en internet para poder llegar al máximo número de personas de nuestro público objetivo.

Con este conocimiento, además de atraer clientes constantemente, también podremos saber cómo fidelizarlos para que las compras sean recurrentes.

Conoce tu sector

Otro factor a tener en cuenta es el sector del mercado en el que nos vamos a adentrar. La competencia en cualquier sector actualmente es feroz pero si somos unos expertos en él, tendremos mucho terreno ganado a la hora de movernos competir.

Analiza los precios de la competencia, los servicios adicionales que ofrecen, dónde se sitúan o cómo captar clientes. Si no eres un experto en el sector, no te preocupes, tienes tiempo todavía para poder investigar, simplemente tendrás que dedicar un poco más de tiempo a esta parte.

Conociendo el sector podremos establecer puntos de diferenciación con la competencia y mejoraremos nuestro producto.

DAFO y CAME

A lo mejor estas siglas no te suenan nada pero son dos de las herramientas más utilizadas por los marketeros profesionales:

El DAFO es el análisis de la situación de una empresa, con ello podremos establecer los puntos fuertes y débiles tanto internos como externos de la empresa. Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades.

Una vez establecidos estos puntos fuertes y débiles, debemos estudiarlos para mejorar o conservar. Para ello tenemos el análisis CAME, consiste en:

  • Corregir las Debilidades
  • Afrontar las Amenazas
  • Mantener las Fortalezas
  • Explotar las Oportunidades

Una vez hechos ambos análisis, podremos fijar estrategias internas y externas para mejorar la situación de nuestra empresa y mejorar también la viabilidad de nuestra idea de negocio.

analizar si un negocio es rentable con el DAFO

Conoce tus costes fijos

Para abrir un negocio rentable, aunque suene obvio, tenemos que tener en cuenta toda la parte económica ya que, al fin y al cabo, no importa lo que vendamos si no conseguimos que nuestra idea de negocio sea rentable.

Los costes fijos de un negocio son todos los costes que tenemos que soportar solo por el hecho de intentar vender. No varían en función del tamaño de las ventas y los vamos a tener que pagar todos los meses o todos los años.

Algunos de los costes fijos más comunes son: agua, luz, calefacción, alquiler de local o almacén, limpieza, internet, seguros o impuestos. En función de tu modelo de negocio existirán unos u otros.

Haz un cálculo que incluya todos los costes fijos, ya que es uno de los factores más influyentes para la rentabilidad del negocio tanto a corto como a largo plazo.

Estima tu margen bruto de venta

El margen de venta mide la cantidad de beneficios que vamos a obtener con la venta de cada producto de nuestra tienda. Esto dependerá de nuestra política de precios y de las negociaciones que hagamos con nuestros proveedores.

Para establecer un margen de venta debemos saber cuánto nos cuesta cada unidad de producto que estamos vendiendo y todos los costes asociados únicamente a esa venta, cómo el transporte, embalaje o comisiones. Es decir, tenemos que calcular los costes variables.

Para obtener el margen bruto lo haremos calculando:
ingreso - coste variable

Calcula las ventas mínimas para cubrir costes

Una vez establecidos los costes fijos sabemos cuántas son las “pérdidas” o inversión que tenemos que hacer mensualmente en nuestro negocio. Por otro lado, al calcular el margen por producto sabemos conocemos el beneficio bruto estimado por cada venta.

Entonces, ¿cuántos ventas tenemos que realizar para cubrir todos los costes de nuestro negocio?

Para calcularlo tenemos que estimar dividir el coste fijo entre el margen por producto. De esta forma calcularemos las unidades de producto necesarias para cubrir todos los costes. Vamos a verlo en un ejemplo:

  • Coste fijo: 100€
  • Precio de venta de cada producto: 25€
  • Coste variable total de cada producto: 15€
  • Margen bruto de venta: precio de venta - coste variable = 25€ - 15€ = 10€
  • Ventas mínimas para cubrir coste: Coste fijo / margen bruto = 100€ / 10€ = 10 unidades

Por lo tanto en este ejemplo deberías vender 10 productos al mes para llegar al umbral de rentabilidad.

Analizar la rentabilidad de un negocio con las ventas mínimas

Estima tu rentabilidad con un MVP

Podemos estimar la rentabilidad de nuestra idea de negocio gracias a un MVP (Minimum Viable Product) o Producto Mínimo Viable en español.

Consiste en hacer pruebas con una versión simplificada de tu producto o servicio con tu público objetivo y conseguir una muestra para saber el posible éxito o medir la posibilidad de fracaso de la idea de negocio que tienes en la mente.

Existen muchas formas de hacer un MVP como por ejemplo: Mediante una serie de cuestionarios a personas sobre la idea, con muestras de tu producto para que se pueda conocer…

La finalidad de MVP es experimentar y poner a prueba lo máximo posible tu idea de negocio para estudiar la rentabilidad. Debes estar dispuesto a escuchar ya que probablemente te llegue algún tipo de feedback que no esperabas.

Conclusión

Para saber si una idea de negocio es rentable, viable y sostenible en el tiempo tenemos que seguir una serie de pasos de estudio previo al lanzamiento. En el post de Palbin de hoy hemos hecho un pequeño boceto de todo lo que tendrías que tener en cuenta a la hora de mostrar al mundo la idea de empresa que tienes en mente pero recuerda que no hay nadie que conozca mejor tu producto que tú mismo.

Al evaluar la viabilidad de tu idea de negocio, el primer paso es identificar y definir claramente el problema o necesidad que tu producto o servicio resuelve en el mercado. Luego, realiza una investigación de mercado para comprender a tu público objetivo, la competencia, y las tendencias del sector. Analiza si existe demanda real para tu propuesta y si tienes una ventaja competitiva. Además, considera los aspectos financieros, como los costes iniciales y proyecciones de ingresos. Este análisis inicial te ayudará a determinar si tu idea de negocio es prometedora.

Al conocer tu sector, es esencial considerar varios factores clave, como la competencia, las tendencias del mercado, la regulación, el tamaño del mercado, y la evolución de la demanda. Examina cómo se posicionan tus competidores y qué estrategias utilizan. Comprende las oportunidades y amenazas que existen en el entorno del mercado. Mantente al tanto de las tendencias y cambios en las preferencias del consumidor. También, verifica si hay regulaciones o requisitos legales que debes cumplir en tu sector.

Si tu MVP (Producto Mínimo Viable) no tiene el éxito esperado, es importante no desanimarse. Utiliza la retroalimentación y datos recopilados para comprender por qué no funcionó según lo planeado. Aprovecha esta experiencia para realizar mejoras en tu producto o servicio. Puedes ajustar tu estrategia, redefinir tu propuesta de valor, identificar las deficiencias y corregirlas. La falta de éxito en un MVP es una oportunidad para aprender y adaptarse antes de invertir recursos significativos.

Sí, es posible que una idea de negocio sea rentable a corto plazo, pero no a largo plazo. La rentabilidad a corto plazo puede deberse a factores temporales, como una demanda inicial alta o la falta de competencia en ese momento. Sin embargo, a largo plazo, los costes pueden aumentar, la competencia puede intensificarse, y las condiciones del mercado pueden cambiar. Para mantener la rentabilidad a largo plazo, es esencial adaptar y evolucionar tu negocio según las circunstancias cambiantes.

Si tu idea de negocio no parece ser rentable, es fundamental considerar ajustes en tu estrategia. Puedes explorar diferentes segmentos de mercado, cambiar tu enfoque de marketing, reducir costes operativos, mejorar la eficiencia de tus procesos o incluso pivotar hacia una oferta de producto o servicio diferente que tenga más demanda. La clave es estar dispuesto a adaptarse y utilizar la retroalimentación y datos para tomar decisiones informadas. La rentabilidad puede lograrse a través de la iteración y el ajuste constante de tu estrategia empresarial.


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